“Enseñar a pescar, no regalar el
pescado…”
Es
la misión del docente, de la educación. Dar armas, redes, al niño, al joven, al
adulto que le posibiliten desarrollar su intelecto, su espíritu, su compresión
humana para poder actuar, trabajar, relacionarse en el mundo en el que le toque
vivir. Tomar de él lo que le haga falta para estos fines y para poder adecuarse
a su realidad, al mismo tiempo. Condiciones inevitables de la inteligencia.
Un
11 septiembre de 1988 moría Domingo
Faustino Sarmiento. Y en 1943, en su homenaje, la Conferencia Interamericana de Educación, integrada por educadores
de toda América, se reunió en Panamá y estableció esta fecha como Día del
Maestro para todo el continente americano.
No podemos dejar de
reconocer su lucha por la educación, como lo demuestra El Himno a Sarmiento, que se canta en las escuelas en estas
fechas, un himno que no tiene los sones de marcha, y sí, habla de la niñez y el amor por un
ideal: “Por ver grande a la Patria tú luchaste / con la espada, con la pluma y
la palabra…”
Docencia, misión
difícil, maravillosa y compleja que implica dar y recibir. Cada tiempo con sus
exigencias, pero siempre con el compromiso ineludible de formar, trasmitir,
educar, aún en las dificultades que la ponen a prueba. Valores que no cambian,
entramado amoroso de quien vivencia la pasión de dar. No siempre es posible
contentar a todos, pero cuando se encara la tarea con responsabilidad, la barca
y las redes estarán colmadas de peces. El pescador no quedará a la deriva, tendrá coraje para hacer frente a las
olas, ya sea de noche o de día. No naufragará.
¡Feliz día, maestros!
‟…
Lanza tus redes, lanza tus miradas, lanza tus palabras, de manera que no
oprimas a nadie sino que sostengas al que vacila…”
12
-(San Ambrosio, Hexaemeron, 6, 50)
Susana Quiroga
HIMNO A SARMIENTO
- Fue la
lucha tu vida y tu elemento;
la fatiga, tu descanso y calma;
la niñez, tu ilusión y tu contento,
la que al darle el saber le diste el alma.
Con la luz de tu ingenio iluminaste
la razón, en la noche de ignorancia.
Por ver grande a la Patria tú luchaste
con la espada, con la pluma y la palabra.
En su pecho, la niñez, de amor un templo
te ha levantado, y en él sigues viviendo.
Y al latir su corazón va repitiendo:
¡Honor y gratitud al gran Sarmiento!
¡Honor y gratitud, y gratitud!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par
para el grande entre los grandes
Padre del aula, Sarmiento inmortal!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par!
la fatiga, tu descanso y calma;
la niñez, tu ilusión y tu contento,
la que al darle el saber le diste el alma.
Con la luz de tu ingenio iluminaste
la razón, en la noche de ignorancia.
Por ver grande a la Patria tú luchaste
con la espada, con la pluma y la palabra.
En su pecho, la niñez, de amor un templo
te ha levantado, y en él sigues viviendo.
Y al latir su corazón va repitiendo:
¡Honor y gratitud al gran Sarmiento!
¡Honor y gratitud, y gratitud!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par
para el grande entre los grandes
Padre del aula, Sarmiento inmortal!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par!
Corretjer Leopoldo, Barcelona1862-
Bs. As. 1941. Director coral y orquestal,
autor y compositor.
***
CANCIÓN
PRIMAVERAL
- Salen los niños
alegres
de la escuela, poniendo en el aire tibio
del abril canciones tiernas.
¡Qué alegría tiene el hondo silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos
por risas de plata nueva.
Federico García Lorca, poeta
español
***
ENSEÑARÁS
- Enseñarás a volar
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Pero sabrás que cada vez que ellos
vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan...
Estará la semilla del camino
enseñado y aprendido.
Madre Teresa de Calcuta
- Enseñarás a volar
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Pero sabrás que cada vez que ellos
vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan...
Estará la semilla del camino
enseñado y aprendido.
Madre Teresa de Calcuta