“…No temas al otoño, si ha
venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido…” L.L.
“… Esa palabra, Venus azulina titilante en el
firmamento, nos sostiene, nos alegra…”
Avanzamos los amantes de
las letras en esta semana dedicada al escritor. El 13 es el día, en homenaje a Leopoldo
Lugones. Escritor polémico, historiador,
novelista, ensayista, orador, biógrafo, filólogo, científico naturalista,
representante del Modernismo. Heredamos aspectos de su hacer que se manifiestan
en trabajo, pasión, energía, encuentros, publicaciones, reuniones, parpadeos,
para asir la palabra. Esa palabra nos ilumina como Venus azulina titilante en
el firmamento. Nos sostiene, nos deleita, deseamos compartirla. A veces, con
logros, una sonrisa del lector, una lágrima. Otras, con esfuerzos para hallar el
perfil de su yo, el rostro inefable del texto que huye, aparece y desaparece, nos
guiña … y se va como la utopía. Gestos que nos animan, nos llaman.
Entonces,
la búsqueda se hace incesante, se convierte en arduo camino, en oficio, en homenaje
a los grandes que nos precedieron, que fueron incentivo generoso en la devolución.
Y
nos alcanza la alegría cuando comprobamos, como en estos momentos, que una floración
inaudita de las letras jujeñas se viste de jóvenes. Y la comparamos con nuestra
actitud frente a las letras cuando teníamos esos años. Algunos nos quedábamos
en capullo, quizás por la historia adusta que sorteamos, por costumbres
diferentes, por falta de audacia. Naufragábamos en el sol.
Pensamos
que la juventud es maravillosa, esta juventud que estudia, trabaja, proyecta, construye
con ardor. Sabe compartir, buscar al
otro.
A
esa juventud que nos llena de aromas y color: ¡Salud, adelante!
A
todos los que escriben:
¡Feliz
día del escritor!
Susana Quiroga
EL AMOR ETERNO
Deja caer las rosas y los días
una vez más, segura de mi huerto.
Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto,
mejor perfuman cuando son tardías.
Al deshojarse en tus melancolías,
cuando parezca más desnudo y yerto,
ha de guardarse bajo su oro muerto
las violetas más nobles y sombrías.
No temas al otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido.
Y como ahora al florecer se inflama,
leño seco, a tus plantas encendido,
ardiente rosas te echarán en su llama.
Leopoldo Lugones, nació en Córdoba, el 13 de
junio del 1874 y murió en Tigre el 18 de febrero de 1938.