domingo, 25 de agosto de 2013

EVOCACIÓN DEL ÉXODO JUJEÑO, 1812 - 2013.




      “…registrar la memoria es una de las razones de la escritura…”  

Y  la mujer novia, madre, compañera qué pensaba?

Es el atardecer. Una luna grande, redonda y anaranjada ha aparecido, quizás para guiarnos. Me dices que ese color es por la tierra que ha desparramado el viento, este viento de agosto bravío, inescrupuloso, caliente. Desde la tardecita ha corrido, mañoso, por el campo y ha entrado hasta el último lugarcito del rancho desmantelado. Todo es polvo. Ya hemos preparado los atavíos. Saldremos al amanecer. Nos sentamos con mi compañero tomados de las manos. Hacemos un alto en el apuro, en la aflicción.
            _ Amor, los niños y yo contigo, siempre juntos-. Nos consolamos,  pero ¡ay! te miro. Tu uniforme de soldado lleno de polvo y gastado por el uso ¿Son señales del destierro? Cierro los ojos porque  me delatan, no quiero que veas mi sufrimiento. Me hablas al oído, me acaricias con ternura, me pides valentía.
            _ Nos guía el general-me dices- Ten fe, por los niños, por ti, por mí, por nuestro amor. Por Jujuy.
            Sí, por todo eso, por mi patria chica que pone un freno a los avances, esta patria se sacrifica (...)


                                                           Susana Quiroga
 

martes, 20 de agosto de 2013

17 DE AGOSTO DE 1850, MUERTE DEL GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN




“-MADRE, quiero que me digas,
que me vuelvas a decir,
por qué a las tres de la tarde,
a las tres de un día gris,
la rosa no fue más rosa,
ni el jazmín fue más jazmín…” D.Z.

Un 17 de agosto, a las tres de la tarde, muere el General San Martín alejado de su patria, en Boulogne-sur-Mer, Francia.
                Hablar de San Martín es hablar de un hombre de acción y deber. Piel de guerrero, y a la vez, plena de sensibilidad.
                Su figura se identifica con la del Libertador y Protector  de nuestra nación, Chile y Perú. Se lo ha llamado también, con justa razón, Padre de la Patria. Supo  vivenciar su pasión por los libros, la educación y la cultura con sentimiento fraternal, más allá de las fronteras. Estas cualidades y valores han sido resaltados por historiadores que estudiaron su figura y su empresa libertadora, y cantados por los poetas.
                Fallece San Martín en Europa sin ver cumplido su deseo de regresar a América para concluir mis días en mi chacra y separado de todo lo que sea cargo público, y si es posible, de la sociedad de los hombres”.
                Con el paso del tiempo, su figura se fue engrandeciendo, hasta revelar en forma palpable sus acciones dirigidas a concretar sus sueños más caros de independencia y Libertad, no solo de su patria.
                Nos queda a nosotros, los escritores, manifestar la emoción que nos provoca  su personalidad que supo trascender  el simple concepto de hombre. Los documentos así lo expresan. En esta ocasión, presentamos dos voces poéticas argentinas, una del norte y otra del sur. La de un jujeño, norteño de pura cepa, Domingo Zerpa, en su bello Romance de la muerte del general San Martín, recitado con devoción por nuestros niños y jóvenes, y la voz de Francisco Luis Bernárdez, en su poema  de hondo lirismo que enfoca la grandeza del General, Meditación ante la tumba del General San Martín.
                Honor al Generalísimo de la República del Perú y Fundador de su Libertad, Capitán General de la de Chile y Brigadier General de la Confederación Argentina”, como firmaba sus escritos.
                Testimonio de vida, norte y ejemplo de amor a la Patria.
 Susana Quiroga

­

_MADRE, quiero que me digas,
que me vuelvas a decir,
por qué a las tres de la tarde,
a las tres de un día gris,
la rosa no fue más rosa,
ni el jazmín fue más jazmín.

_Niño, a la tres de la tarde,
¿cómo te podré decir?
la rosa no fue más rosa,
ni el jazmín fue más jazmín,
porque a las tres de la tarde,
a las tres, lejos de aquí,
lejos del clavel del aire,
 y el aire de su país,
vino y se llevó la muerte,
al General San Martín.

­_Madre, a las tres de la tarde,
todos lo vimos partir;
iba en su caballo blanco,
por un camino de añil.
¡Qué fulgor el de sus ojos,
el de su voz, que clarín!
Brillaba tanto su sable,
que el sol no quiso salir.

_Si tanto brillaba, niño,
la espada de San Martín,
no brillaba por ser de oro,
que el oro no brilla así.

Si tan alto relucía,
¡Oid, mortales, oíd!
fue porque se hizo de día
la noche de Guayaquil.

_Por los caminos celestes,
cruza, madre, el adalid.
Cada astro es un granadero,
cada nube es un jazmín,
allá Gregorio Las Heras,
Soler y O'Higgins aquí.
Todos llevan en el pecho,
la estrella de Guayaquil.
¡Oh. Capitán de los Andes,
quién te pudiera seguir!
cierro los ojos y rezo
¡Padre Nuestro, San Martín!

 De Tranco a Tranco, 2000.
Domingo Zerpa, primer poeta jujeño que ha trascendió el conocimiento general de las fronteras de la provincia. (1909- 1999).

domingo, 11 de agosto de 2013

AGOSTO, PACHAMAMA, MAMA PACHA, MADRE TIERRA


Agosto, mes de la Pachamama, celebración ancestral que
honra y renueva las energías nacidas en el vientre de la tierra.
Agosto de vientos tumultuosos que nos llenan de hojas, de
ansias, de tierra.
Agosto cálido, nos dices que la Mama Pacha está presente
en el sol violento que nos hace arder el rostro y el corazón, en
las estrellas más cercanas a nosotros en las noches abiertas. Y
la luna redonda nos ilumina con su brillo. Entonces, nos preguntamos sobre su hechizo y vivimos un tiempo bravío que
nos vivifica.
Madre Tierra, deidad nuestra. Estás en la naturaleza, en los
manantiales y vertientes. En la apacheta que alimentamos cere-
moniosamente con hojitas de coca, con aguardiente o yerba,
con moneditas simbólicas de anhelos. En la mujer que da sus
frutos al mundo, en la Virgen que nos cobija, en las cosechas
y alegrías de la vida.
Y cada uno challa la tierra, con su comida y canto, con sus
gestos y entregas. Y en esa comunicación recíproca de dar y
recibir, nosotros ofrendamos palabras de nuestra intimidad,
frases que denuncian sueños y fulgores, discursos que reflejan
la vida. Porque de eso trata la existencia, de dar y recibir gozo
sa y solidariamente.
Pachamama, divinidad creadora, protectora, proveedora de
los hijos de esta tierra, no nos abandones. Los hombres quere-
mos alimentarte con acciones de paz, culturales y sociales.
Queremos sembrar sueños de lealtad, estética y libertad.
Honremos a la Pachamama con nuestro cuidado y respeto.
¡Kusilla, kusilla, kusilla!

Soy la jardinera sin paga
y de a puchitos
que entre flor y flor
quita las hojas secas
y agita para que no se caigan
a borbotones
las semillitas
Por eso
cuando emerge la flor
en no sé qué momento
el perfume y el color
me extasían.
Desmedido pago
me está obligando
a la siembra
perenne
de la poesía
  Susana Quiroga