jueves, 24 de diciembre de 2015

NAVIDAD, MISTERIO DE UN NIÑO QUE SE HIZO HOMBRE

“…A las doce de la noche,
un niñito nacerá,
alegraos, pastorcillos,
que el que nace Dios será…”

Diciembre nos impacta por  muchas razones, una de las más importantes es  la llegada de la Navidad, el revivir el nacimiento de Jesús en Belén, el Misterio de un Niño que se hizo Hombre para bendecirnos. Tiempo de esperanzas para los cristianos. Y pensamos, qué maravilloso es tener fe, creer, sentir el consuelo supremo. Entonces, caminamos hacia un reencuentro existencial, con uno mismo, con los otros, con el Señor, con actitud gozosa.
Al mismo tiempo, comprobamos que las tradiciones que emanan de esta celebración, contagian a los no creyentes. En algunos de esos hogares, de pronto, asoma un arbolito de Navidad para alegría de los niños, el parpadeo de las lucecitas que los alumbran, en  los balcones, en las calles, o el regalito de los Reyes Magos, o la contemplación de las adoraciones que tanto alegra los corazones. Todas expresiones populares que se conservan en el Noroeste y se trasmiten de generación en generación, vienen desde más allá de los mares, se insertan en el pueblo y nutren y llenan los corazones de un sentimiento universal compartido.
Estas manifestaciones religiosas durarán hasta Reyes, pero deseamos que duren todo el año por el bienestar alegre que nos producen y que nos dan fuerzas para luchar por valores altruistas, para combatir la violencia, para intentar construir un mundo mejor..... 
Que se curen las heridas de los hombres, de los que sufren, de los obstinados de corazón. Que la inocencia de los niños nos llene el alma de asombro existencial.
 Que la vitalidad de este misterio se renueve, siempre.
¡Desde esta Página Literaria de Pregón, nuestros deseos de esperanzas y felicidad!
Susana Quiroga

jueves, 17 de diciembre de 2015

SUEÑOS

Aleteos de pilpintos
fueron mis sueños.
Invadieron mi paisaje
florecieron mis instantes
también temblaron con las ráfagas del viento
avasallante

pero siguen alborotando

el aire.


De Poemas de la Soledad 

domingo, 13 de diciembre de 2015

La golondrina




Hace días que una golondrina se posa en la reja de mi ventana. Desde mi escritorio la contemplo, no son frecuentes las golondrinas, sí, muchos otros pájaros que planean en mi jardín. Es que estamos en primavera. Al amanecer, llega y canta de barrote en barrote, Sus tijeras se abren en cada salto. Sé que me mira, las luces están encendidas, pero no se va, insiste en su aparición. Luego, salta a la rama más cercana de la palmera y comienza la subida, en cada salto un año de vida. Y el tronco se hace cada vez más grande, crece dejando las huellas de otrora hojas, se aferran a él helechos diversos, alguna pajarilla, en realidad  orquídea silvestre. Ellas alimentan de verde y flores el recio tronco marrón.
            Y de pronto, una flecha fugaz, es la golondrina que desea que la mire y la escuche gorjear nuevamente. Canta y desaparece. Quizás regrese al atardecer, La esperaré como espero los anhelos y sueños, esos que me dicen que la Naturaleza es bella, y que yo formo parte del Vivir.