viernes, 25 de mayo de 2018

25 DE MAYO



Salí al amanecer luminoso con la bandera en la mano. Los árboles brillaban. Los gallitos del ceibo habían trenzado una alfombra roja en el césped y en el agua de la acequia que serpea susurrante y fueguina. El frío se desvanecía para recibir la Memoria de este día.

Y de pronto, cantos de pájaros triunfantes surcaron mi cielo, una bandada de loros confirmaba la esperanza de una mejor Vida, de Paz y Justicia, de Trabajo y de Igualdad

Sonreí a todos los 25 de mayo que nos dejaron estas quimeras. Y me dije que no claudicaría con mis deseos fraternos de Libertad.

¡Quedó la bandera azul y blanca en el portal de mi hogar!