-Ya las flores nos pintan la ternura
de este octubre
y la otra Madre nos aroma
y en un rosario de miradas
nos hallamos
vulnerables,
enraizadas
indelebles
las abuelas con sus manos de harina
las bisabuelas con su piel de jazmines
y tu presencia, madre
ardorosa de esperanza
y los hijos
obstinados
en el retorno
Y yo dejo que mis dedos
una a una
recorran esas cuentas
y les den forma
/en suave rezo/
de un tiempo empecinado
desbordado
de ansiedades
mientras tanto
un ángel nos contempla
trasnochado
de nostalgia
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