domingo, 15 de enero de 2012

LA COPLA COMO LA MÚSICA DE LOS PLANETAS GIRA EN TORNO AL CORAZÓN DEL COSMOS JUJEÑO



 Aunque la pena me apena
yo nunca me quejaré.
Cuando se vaya la pena
¡ay, qué solo quedaré!   R. G.

¡Ay!, amor, te lo suplico,
no te apartes del solar
el Cerro Negro te espera,
yo te espero en carnaval!   I. Z


Enero nos anuncia la ceremonia de la cosecha, el cantar de los pueblos norteños. Cantos y encuentros de copleros que nacen en las entrañas de las montañas. Las tonadas expresan lo original de cada región, la identidad del hombre, ya sea del valle, de la quebrada o puna, de la ciudad u otras zonas rurales. Se elevan al aire en un son, y orquestan la ronda que recuerda la armonía musical de los astros del universo de la que hablaba Pitágoras en el siglo Vl. La copla como la música de los planetas gira en torno al corazón del cosmos jujeño y revive sentimientos de nostalgia, dolor, amor, de situaciones picarescas que renuevan el corazón. Y la caja, dama de compañía del canto, se deja oír, acompasada y obstinada. Trasmite la emoción del varón o mujer, más allá de la edad, que quiere manifestar los sentimientos silenciados durante todo un año.
Y de pronto, la copla inicia el diálogo, el contrapunto, interminable, como la vida misma. Y copleando, escoltada por  el vino o la chicha, sorbo a sorbo, pasa las horas. Las estrellas iluminan a los copleros. Quizás la luna contemple el juego del amor.
Encuentro físico y espiritual que retoña en este tiempo maravilloso del verano.
Susana Quiroga

Mi caballo es caballero    
y comprende mi querer,
si te visito de noche
llega en puntitas de pies.

Aunque la pena me apena
yo nunca me quejaré.
Cuando se vaya la pena
¡ay, qué solo quedaré!

En la punta de aquel cerro
tengo un puñal escondido
para matar mis recuerdos
o dar fin a tus olvidos.

¡Qué lindas coplas, señora,
pero el que canta, qué fiero!
Póngale silla a las coplas
y que se vaya el coplero.  

Raúl Galán, poeta jujeño, nació en Ledesma en 1913. Murió en Baradero, Bs. As. en 1963. Creó en San Miguel de Tucumán el movimiento literario ‘La Carpa’, inaugurando una nueva poética en el noroeste argentino. Supo cantar al hombre y a la patria chica, su tierra, Jujuy.  

 
Me han dicho que en Humahuaca
hay un diablo enamorado
¡Cuidado con ese diablo
que anda rodando tu casa!

¡Ay!, amor, te lo suplico,
no te apartes del solar
el Cerro Negro te espera,
yo te espero en carnaval!

Morenito de ojos claros
amor de Palca de Aparzo
te voy queriendo en secreto
desde febrero pasado.

Historias de guitarreadas
serenatas y un fogón
me incitan en carnavales
latidos del corazón.

Presentamos coplas de la escritora jujeña Isabel Zelaya, perteneciente a su libro corazón engualichau”. Este libro, tercera edición, refleja el espíritu de las coplas, hablan no sólo de su historia sino también de los sentimientos del norteño. Entre otros conceptos nos dice su autora: “…“jugué” con las cadencias más simples de las voces conocidas, con sentimiento y ensoñación, para seguir compartiendo palabras e imágenes que aluden al carnaval, al amor, a la vida, al paisaje de este hermoso lugar del planeta en donde la magia telúrica nos seduce el corazón y …¡nos embruja el alma!...”
Esta tercera edición nos habla del sendero estético, y de la llegada complacida al lector.

5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Isabel, tu espíritu norteño jujeño vive en tus poemas y en tu corazón.

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  2. Hermoso el artículo, tanto por las coplas de María Isabel,los versos de Raúl Galán y el texto de Susana. Tres grandes de nuestras letras norteñas.

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