domingo, 19 de febrero de 2012

EL PERFUME DE ALBAHACA LLENA EL AIRE

Retumbá sombra del bombo,

desenterrá el carnaval,
cuando la sangre se encienda
    ni el polvo la apagará.   
A. C.

Ya comenzó el carnaval en Jujuy y en el resto del mundo. Lo cierto es que aquí, en el norte, despuntó  con la alegría del jueves de compadres, en el afecto y abrazo de los varones. Prosiguió con el jueves de comadres, celebración de mujeres unidas por el cariño nacido de un ahijado, y extendido a todas las mujeres en el deseo de mirarse a los ojos para compartir afecto, alegría, bailes, picardías, que hacen al fortalecimiento de las unas y las otras para enfrentar al otro, al amado, al mirado, al deseado, y que por un día tendrá sólo el papel de espectador de ellas, de las que desean conservar la alegría vital, necesaria, para seguir construyendo el rol maravilloso que les confiere el género.
En la quebrada, las chicheras con sus cántaros esperan impacientes la llegada de las comadres para ofrecerles chicha de maní o de maíz y brindar por el ahijado. Y las copleras con sus cajas enfloradas cantan en rondas rociadas de papel picado y serpentinas. Hasta los animales se “enfloran” con serpentinas, y las llamas con vellones de lana de colores. Así fueron distinguidas en el ritual de la señalada.
El carnaval jujeño se distingue porque prefiere la participación activa de sus celebrantes, mediante bailes, tonadas, coplas y algarabía, más que el espectáculo en sí, aunque lo une todo. En ciertas zonas se festeja, además, con disfraces, agua, papel picado, serpentina y antifaces. Se nutre de antiguas prácticas ancestrales que tienen su origen probable en los rituales paganos a Baco, el dios del vino, en los festines que se realizaban en honor al buey Apis en Egipto, o en las “saturnalias” romanas en honor al dios Saturno. Se difundió desde el siglo XV por toda Europa, y fue traída a América por navegantes españoles y portugueses en época de colonización y conquista.
Y la celebración se extiende en días sucesivos. Los diablos con sus máscaras, trajes chillones llenos de espejuelos y cuernos demoníacos, son protagonistas, llevan la voz cantante. Cuelgan de sus cuellos frutas, cebollas, repollos, roscas de masa, quesitos de cabra. Animan constantemente con sus diabluras.
Y el retumbo de cajas y el sonido del erquenchos, sikus y zampoñas pueblan el cielo, conjugan versos que hablan de los sentimientos del hombre, de las costumbres y tradiciones de la vida cotidiana, de recuerdos y deseos del vivir. El perfume de albahaca llena el aire. Y las tonadas y coplas picarescas se enredan alborozadas en el cielo norteño.

Susana Quiroga



Dicen que no caben
dos en un dedal,
hagamos la prueba
para carnaval.
                *

Alojita de algarroba
de la vainita amarilla...
de las ramitas las frutas,
de las frutas las semillas.

                *

Las chirleras de mi caja
una arriba y otra abajo;
así me trata tu amor
cuesta arriba y cuesta abajo.

                *

Retumbá sombra del bombo,         

desenterrá el carnaval,
cuando la sangre se encienda
ni el polvo la apagará.
                *
Rematemos, rematemos,
Al Carnaval lo alegremos
Despachemos que se vaya
Rienda suelta lo larguemos
                *
De Cancionero Popular de Jujuy-
Alfonso Carrizo

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