domingo, 25 de agosto de 2013

EVOCACIÓN DEL ÉXODO JUJEÑO, 1812 - 2013.




      “…registrar la memoria es una de las razones de la escritura…”  

Y  la mujer novia, madre, compañera qué pensaba?

Es el atardecer. Una luna grande, redonda y anaranjada ha aparecido, quizás para guiarnos. Me dices que ese color es por la tierra que ha desparramado el viento, este viento de agosto bravío, inescrupuloso, caliente. Desde la tardecita ha corrido, mañoso, por el campo y ha entrado hasta el último lugarcito del rancho desmantelado. Todo es polvo. Ya hemos preparado los atavíos. Saldremos al amanecer. Nos sentamos con mi compañero tomados de las manos. Hacemos un alto en el apuro, en la aflicción.
            _ Amor, los niños y yo contigo, siempre juntos-. Nos consolamos,  pero ¡ay! te miro. Tu uniforme de soldado lleno de polvo y gastado por el uso ¿Son señales del destierro? Cierro los ojos porque  me delatan, no quiero que veas mi sufrimiento. Me hablas al oído, me acaricias con ternura, me pides valentía.
            _ Nos guía el general-me dices- Ten fe, por los niños, por ti, por mí, por nuestro amor. Por Jujuy.
            Sí, por todo eso, por mi patria chica que pone un freno a los avances, esta patria se sacrifica (...)


                                                           Susana Quiroga
 

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