viernes, 13 de marzo de 2020

AÑO BELGRANIANO



BELGRANIANA VIII

El escritor y presidente de “Caminata de las Quenas”, Luis E. Melano, en el siguiente texto expresa su valoración acerca de las virtudes del héroe.


SOBRE LA VIRTUD Y GRANDEZA DEL DR. MANUEL BELGRANO

“…somos deudores morales del Dr. Manuel Belgrano y de nuestros padres fundadores de la Patria.”


En la magnitud moral, la grandeza es una virtud.
La grandeza del Dr. Manuel Belgrano es un modelo donde debemos mirarnos y sobre todo, mirarse nuestros representantes.
Si la unión es el medio, si la unión es un procedimiento, la unidad es el resultado, es la síntesis.
Paradigma de la unidad, desde su lejana morada el “Gran Conductor de Pueblos” nos convoca a reflexionar sobre nosotros mismos. ¿Qué me dice; qué nos dice?: nuestro gran desafío es retomar los valores esenciales hoy extraviados.
Belgrano fue un hombre virtuoso. En su Ética a Nicómaco, Aristóteles refiere: “La posesión más valiosa es la que más cuesta, como el oro; pero la obra más valiosa es la que es grande y bella, porque la contemplación de tal obra inspira admiración, y lo magnífico es admirable. La magnificencia, pues, es la excelencia de la obra en la grandeza”.
Por su grandeza al servicio de la Patria, en Belgrano tenemos un modelo, un espejo donde mirarnos, un ejemplo para siempre, para cada generación de argentinos.
Su vigente visión de país se basó en la ética, en ese compromiso que debemos asumir como comunidad responsable dejando a un costado el ego en función del bien común.
La grandeza del Dr. Manuel Belgrano refleja su actitud ante la vida; el legado belgraniano es la síntesis de su extraordinaria y portentosa obra que debemos proteger y acrecentar.
En consecuencia, somos deudores morales del Dr. Manuel Belgrano y de nuestros padres fundadores de la Patria.




Luis E. Melano
Villa La Angostura (Neuquén), 10 de febrero de 2020

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