lunes, 20 de mayo de 2013

ESTE OTOÑO EN LA NOSTALGIA


En el otoño de 2010, mayo 4, partió nuestro amigo poeta, cronista sensible de la ciudad de San Salvador de Jujuy, Néstor Groppa. Y recordamos, al mirar la caída de las hojas doradas, su libro “este Otoño”, donde el poeta y el hombre se nos presentan afablemente. El uno sustenta al otro, los dos en uno. Así decíamos en oportunidad de presentar ese texto: “Imposible separarlos de sí mismos y de las primaveras, otoños y veranos en los que los versos pensaban al hombre y el hombre construía al poeta, no sólo en el silencio de su interioridad sino también a lo largo de los caminos y lugares por donde anduvo…
                 Y hoy, en este otoño de mayo, está con nosotros, como siempre, en la emoción y la nostalgia ineludible, en  el afecto, en su poesía. Porque Néstor respiraba poesía, veía poesía en lo cotidiano, en las cosas, en la gente sencilla, en las flores, en el mercado, en las ferias. Como aquel Quijote que transformaba la realidad en idealismo puro, él la transformaba en deslumbramiento emocionado y celebratorio, cristalino como el agua de nuestros ríos.
                ¿Sabes, amigo nuestro?  Venus nos sigue alumbrando, allí, donde anida el poema, tu poema.  Poeta y hombre continúan caminando unidos en un mismo latido con generosidad extrema, con la visión estética y compromiso luminoso que nos legó. Todos los días intentamos marcar presencia en las hojas del Tarja que nos dejaras.
                Néstor Groppa, auténtico testimonio del Arte, aquí estamos, recordándote con nostalgia.
                 
                No nos olvides.
Susana Quiroga


CASA DE ESTAR

( EN San Salvador de Jujuy – Argentina )

Los ríos se te pierden camino de la aurora.
Ya muchos remontaron arroyos del olvido
cargando con sus flores, que una tenue señora
protege junto al fuego que en su paz ha crecido.

El álbum de familia de los pasos perdidos,
con rostros revelados en un tiempo sin hora,
con brújulas de piedra sobre el mapa extendido,
con rulos de la luna sobre la mecedora,

van siendo los transflores de la bella pintura
que los años te trabajan con su hebra más pura.
Y porque eres dolida nada más que de gente,

Yo anduve por tus calles como docto cronista
que cubrió tus cornisas, cual aquella florista
pastando sus tinajas, silenciosa y ausente

 EUCALAR CELESTE, LAPACHO ROSA – y otros nombres del tiempo
–. Ediciones “Buenamontaña”. S. S. de Jujuy 1983.
                ***

 32   NOTAS
con la ciudad sin alguien

Pienso en la ciudad que vive yéndose.
Cambiando de estación en estación
aunque repita sus sobretardes, sus encolumnadas lluvias,
sus nubes ordenadas hacia el ocaso.
Resulta, la ciudad que vive, una casona colonial
con ventanas abiertas
y en la que corrieran los muebles constantemente.
Tal vez un texto sin final,
con un piso de tierra y otro piso encerado,
un texto inacabable
- añadiendo, interpolando, suprimiendo -
alojándole una metáfora arbolada,
una tubería, una reparación vial.
Cuánto he pensado, y pienso,
en esta ciudad sin alguien, cada día sin alguien.
Esta obstinada ciudad del aire.
La ciudad que en el aire se mantiene:
digo, la luz que siembra la hermosura,
que toda es un presente.      Y ya no vuelve.    ng.

domingo 7 de abril de 1985
de Anuarios del tiempo..,T.Vlll, Ediciones “Buenamontaña”. S. S. de Jujuy 2007. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario