jueves, 22 de noviembre de 2012

DOS MIRADAS PARA UN POEMARIO: VUELVE CUANDO LA LLUVIA de Susana Quiroga



EL PRINCIPIO
   
La Vida es como una canción que rueda, se evade por el aire, surca las montañas como una baguala.
Empecinada, canta en el agua y brota en la tierra iluminada por el sol.
A veces, se pierde entre las nubes que huyen.
Otras, taciturna, se ovilla en la soledad.
Nostálgica, se amamanta en el dolor.
Un día, amanecida, busca la primera estrella.
Y no sé en qué instante, retoña esperanzada y tañe el corazón.

Vuelve cuando la lluvia…            
                                                   S.Q

DE LLUVIAS Y BAGUALAS

Susana Quiroga introduce su poemario con una breve reflexión sobre la vida. No por breve menos profunda. En principio la vida es equiparada a una canción. Más precisamente a una baguala, canto que acompañado de la caja, integra un ritual sagrado y a veces festivo, característico de la cultura andina. Se trata de un canto ancestral, íntimo, donde la tristeza y el dolor no siempre están ausentes. La vida es entonces como una canción que brota, se pierde, desanda soledades y dolores, se empecina, amanece, retoña…
Vuelve cuando la lluvia es el título de este  libro y la frase, que tomada de Olga Orozco, cierra la reflexión. La lluvia es símbolo de vida. Al provenir del cielo está emparentada con la luz. Luz que desciende sobre las cosas de este mundo purificándolas. Como las lágrimas que liberan al ser atribulado. Así también después de la lluvia hay un renacer de la naturaleza. Hildegarda de Bingen comparaba la lluvia con la fuerza vital del alma que hace florecer el cuerpo. Un nuevo brote se abre. Germina la semilla. La tierra se prepara para nuevos frutos…
Lluvia y baguala amalgamadas para contar la vida. Como una canción que rueda, la vida no se detiene. Canta para celebrar, para alivianar las penas, para instaurar esperanzas nuevas… gira en el viento y vuelve… (1)
La vida es un círculo que vamos creando desde el nacer al morir. Un círculo que se inicia con la primera soledad, la de ser arrojado al mundo. Luego vendrán asombros, despertares, amores, fecundidad, cuidados, desconsuelos, pérdidas,  abandonos. .. Pequeños rituales que sostienen con engarces sutiles…Y otra vez la soledad, que cierra el círculo a la hora de la muerte. El poeta Salvatore Quasimodo lo enuncia así:
Cada uno está solo/ sobre el corazón de la tierra/ traspasado por un rayo de sol/ y de pronto anochece…
Versos de una profunda sabiduría que expresan la fragilidad de la condición humana y su radical soledad. Sin embargo, la lluvia… Su canción esperanzada. De eso trata este libro hecho de lluvias y bagualas, de ausencias y de presencias tibias, pequeñitas, que enamoran y cubren como una manta  urdida en el telar amoroso de la vida.
La hermosa edición de Vuelve cuando la lluvia (2012) de la escritora Susana Quiroga estuvo al cuidado de apóstrofe ediciones. Una obra  más para celebrar en el universo literario,  a  la espera del libro que vendrá…
                                                                                               
Nélida Cañas, escritora cordobesa.
                                                                        
(1)     Olga Orozco

CANCIONES DE ESPERANZA, DE AMOR FILIAL, A TODO CORAZÓN
                                                                                              
¿Cómo imaginar la nostalgia de la poeta? ¿Cómo captar el sentimiento y la nostalgia de las cosas idas, de los seres queridos? ¿Cómo indagar los temas que abarca Susana Quiroga a lo largo de este intenso y nuevo poemario, Vuelve cuando la lluvia? Y  más que todo, cómo intentar el comentario, --nada de análisis ni de crítica—sólo se trata de aproximarnos a ese yo poético “de suave melancolía”, con “la casa tierna y dulce” cuando “el amor está lejos”…
                Vaya, me dije, porque la sensación de estar frente a lieds, a esos cantos de Novalis o a algunas líneas de Rilke, fue justamente eso: sensaciones, asimilaciones de la cultura poética, para sopesar la mirada de la poeta que observa que “la lluvia cae mansa” o el paisaje tan suyo acaso, “el rocío de los tréboles” o simplemente “el aire de las montañas”.
Pero también la fibra íntima se desborda y clama “treguas” a Dios, para lograr “un respiro en la lucha” y abrazar a su niña, “ojos de ciruela”—me juego por su nietita Lucía—“que no llega a los tres años”, porque la línea sencillista aflora con toda su magia y traduce la ternura en el juego-madre-hijo-nieta, logrando la imagen: mi niña es el poema. ¿Canciones de amor? Sí, claro, pero también canciónes de esperanza, tema que ofrece una constante recursividad estilística en el poemario.
   Y si me digo que hay que hablar de “composición”, puedo equivocarme: ¿acaso ya no están antes, ya no vienen  los poemas” con el viento de los pájaros”? Canto a la vida, que “retoña esperanzada” me digo, también el dolor y la nostalgia de la partida del amor (mujer-agua-tiempo) para una “historia inconclusa de amor” (recordemos  su poemario Verano Intenso).
                ¿Cómo seguir aproximándose al mundo poético de Susana Quiroga? Sigamos leyendo Vuelve cuando la lluvia, ese mundo de paisajes de Yala, atesorando los seres queridos y acaso, siempre acompañada en lo cotidiana, rodeada de cariño.
Pero en la creación, en “esa pausa del tiempo esperanzada”, mejor “sola, adentro en el corazón” y escribir, munida de una intertextualidad de grandes poetas, como Olga Orozco, matriz disparadora en el fraseo, mejor,  inspiración, me corrijo.
                Claro, una fuente genuina de inspiración, para desplegar un excelente, emotivo, fuerte poemario, Vuelve cuando la lluvia.
   Sebastián Jorgi, escritor bonaerense.
 

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